Por motivos de trabajo, hoy tuve una experiencia sencillamente maravillosa, estuve visitando a Sumapaz, la localidad rural de Bogotá, la misma del Páramo que lleva ese nombre y técnicamente hablando, la localidad 20 de la ciudad.
"Uy sí, qué maravilla", "qué felicidad", podrán estar pensando algunos con mucha ironía. Pero sí les quiero contar que esta parte de la ciudad, desconocida por muchos (me incluyo hasta hoy), resultó ser como un oasis en la mitad de una semana que transcurría normalmente desde el escritorio de mi oficina.
Como me lo dijo una amiga mía, recibí una super energía y me recargué. Mejor dicho, les dejo unas foticos de todo lo que hoy vieron mis ojos y todo lo que a pesar del cansancio, me hizo declarar como un ser feliz.