23 abril 2007

DoÑa eÑe

Este post bien podría hacer parte del set de Archivos Secretos, pues también es traído directamente de mi antiguo espacio en msn y fue publicado hace un año allí, para esta misma época con motivo de la celebración del Día del Idioma. Es una especie de concurso que en ese momento no tuvo mucha acogida por los poquísimos visitantes fieles que tenía el espacio (gracias Márgara, tú siempre ahí), pero creo que hoy bien podría funcionar gracias a que la audiencia de este blogcito ha crecido un poco en comparación con aquel entonces.

Como bien les dije, es una especie de concurso y aún no se me ocurre el premio a quien resulte ganador, pero por lo menos, el aplauso se lleva. Bueno, la cosa es que el concurso se abre a las 0:00 hrs. del 23 de abril y se cierra el a las 24.00 hrs. del 30.

Así las cosas, pues aquí les dejo el Archivo Secreto III, que en realidad es un post de homenaje con concurso incorporado.
Para hacerle honor nuestra lengua madre y con motivo de la celebración del Día del Idioma, (abril 23) se me ocurrió hacer un pequeÑo recuento de las palabras que contienen la letra eÑe, que como es bien sabido por todos es de uso exclusivo de quienes hablamos bien el espaÑol.

Yo, personalmente debo sentirme afortunada de cargar con tal muestra idiomática hasta en el apellido.

Bueno, pues que sea ésta una invitación para completar entre todos la que parece ser la más complicada lista: la de las palabras que contienen la letra eÑe. Hagámoslo como un concurso... cómo funciona? cada participante recibirá 1 punto por cada palabra que tenga la eÑe y 3 puntos para el que aporte una que empiece con eÑe.

Antes que nada, les dejo aquí la historia de la letra eÑe que encontré en Wikipedia:

La letra Ñ no tiene equivalente en el alfabeto romano.

En los monasterios y después en las imprentas se tenía la costumbre de economizar letras para ahorrar esfuerzo en las tareas de copiado y colocación de caracteres; Así, la secuencia "nn" se escribía con una "n" muy pequeña encima de una "n" de tamaño normal: "ñ". Lo mismo sucedió en portugués con "an" y "ã"; v.g. annus > añus; y el grupo romance nn > ñ que se había palatalizado a lo largo del tiempo en la Península Ibérica.

La letra Ñ fue tomada del castellano en los siguientes idiomas, como parte de su alfabeto: aymara, chamorro, gallego, bretón, asturiano, guaraní, mapudungun, quechua, tagalo, bubi, mixteco y euskera. El inglés admite la ñ en préstamos del castellano como "cañón" (la grafía más común es "canyon"), "cañada" (en Cañada del Oro en Arizona), "jalapeño", "piñata" o "niño" (en la corriente marina y en la Oscilación del Sur El Niño).

Aquí va mi contribución, aunque yo no participo porque seré juez:

AraÑa, campaÑa, aÑo, niÑo, baÑo, buÑuelo, diseÑo, sueÑo, dueÑo, engaÑo, maÑana, paÑuelo, riÑa, riÑón, uÑa, gruÑón, lagaÑa, meÑique, moÑo, carroÑa, ceÑo, cuÑado, ceÑido, greÑas, pequeÑo, rasguÑo, tamaÑo, puÑo, extraÑo, cariÑo, viÑa, paÑal...

Sé que son pocas pero ya se me enmaraÑaron los sesos. ¡¡¡Espero sus aportes!!!

Es curioso ver cómo las palabras empiezan a perder sentido cuando se mencionan una tras otra.

20 abril 2007

7+2+2=11 y 1+1=2 ó 7+4=11 y 1+1=2

¿Un mensaje encriptado?.

¿Para qué lo quieres encriptar?, si es que yo precisamente lo que no quiero es encerrar, esconder o disimular lo que está pasando. ¿O por pasar?.

¿Qué sé yo qué es lo que está pasando?. ¿Lo sabes tú?.

Si lo sabes, dímelo, sin jeroglíficos ni juegos de palabras.

Yo tengo mis sospechas. Y cuando tenga mis certezas, lo quiero gritar a todos, sin jeroglíficos ni juegos de palabras...

Vmfyu nyu lqjfgq, gi ubprlpvb vyp jbtjy, ob kyjg kww hbngb.
Rdkeggl am gkrbbytb fb psgtq.
Zgqlrqq.

15 abril 2007

Domingo de Audiopost

Gracias a la buena idea de mi amigo Sandel, tengo la intención de dejarles un audiopost en la cajita de abajo a la izquierda, si no cada domingo, espero que al menos uno cada 15 días.

Y quiero empezar leyéndoles algunos pedacitos del libro que estoy leyendo ahora y que seguramente muchos conocen: El Vagabundo, del poeta Gibran Khalil Gibran.

No soy la mejor oradora del mundo y mucho menos poetisa, pero la buena idea de Sandel me quedó dando vueltas en la cabeza y espero estarla cristalizando con este noble intento.

No siendo más, abajo a la izquierda, en la cajita del audio, hoy se encontrarán la primera parábola del libro El Vagabundo, que se titula de igual manera.

El Vagabundo

Lo encontré en las encrucijadas, un hombre que sólo llevaba una capa y un báculo, y un velo de dolor sobre el rostro. Y nos saludamos, y le dije:
- Ven a mi casa y sé mi huésped.
Y vino.
Mi mujer y mis hijos nos encontraron en la entrada y él les sonrío, y a ellos les agradó que llegara.
Después nos sentamos junto a la mesa y nos sentimos felices con el hombre, porque en él había silencio y misterio.
Y después de comer nos reunimos junto al fuego y le pregunté por sus andanzas.
Nos contó muchas historias aquella noche, y también al día siguiente.
Pero lo que yo ahora relato nació de la amargura de sus días, aunque él fuera bondadoso, y son relatos que hablan del polvo y la paciencia de su camino.
Y cuando nos dejó, tres días después, no sentimos que hubiera partido un huésped, sino más bien que uno de nosotros seguía aún en el jardín y todavía no había entrado.

13 abril 2007

Archivos Secretos II

Bueno, yo sigo con mi set de archivos secretos; sin embargo, voy en reversa; mejor dicho, el post de hoy es cronológicamente anterior al que publiqué la semana pasada y fue como una especie de hasta luego, justo antes de partir al viaje que ya describí.

Espero seguirles trayendo de vez en cuando más archivos secretos, sólo que algnos son tan secretos que sólo mi cuadernos de florecitas y yo los conocemos. Ya vamos a ver si los dejamos ver la luz un día de estos.

Por ahora, el de hoy se titula "Motivo: Viaje".

Nunca hubiera creído llegar a decirlo, pero sí: las metas también tienen fecha de caducidad.

Las abuelas ya se la habían pillado y por eso es que aún se les escucha decir “es que mija, una cosa de esas no se ve todos los días”. Finalmente, ahora creo que tienen razón y empiezo a sospechar que es cierto, que si se deja pasar una papaya, bien se puede uno quedar lamentándose el resto de la vida.

Es por eso que, de un día para otro, decidí hacerle caso a ese ser extraño, loco y aventurero que todos llevamos dentro, y con el cual nos pasamos media vida tratando de lidiar para no dejarnos poseer del todo por él.

Hay una razón por la cual el título de este post tiene cara de anuncio clasificado y es que en pocos días me voy, a ver si finalmente, a mi regreso puedo decir: “yes, i speak english”. De igual modo, aprovecharé para mostrarle a mis ojos, lugares que sólo hasta ahora han visto a través de una pantalla.

Sólo hay una pequeña cosa que lamento de esta experiencia que está por venir y es que ésta, será la primera y espero que única y última vez que faltaré a mi cita con la Democracia. Aún cuando los resultados son previsibles y, (ojo! no es un consuelo de tontos) sabiendo que mi voto no cambiaría la historia final, sólo por esta vez deberé quedarme con las ganas de lucir mi diadema tricolor para ir a votar y las de comerme la mazorca que sólo en elecciones vende una señora en la esquina del colegio Agustiniano de Ciudad Salitre.

Amigos: por lo inmediatamente anterior, hoy cito a Bolívar en la famosa Batalla del Pantano de Vargas, cuando le ordenó a Rondón: “Coronel, salve usted la patria”. Ahora, la responsabilidad está en manos de quienes se quedan y pueden lucir la diadema tricolor en las próximas elecciones; yo, por mi parte, seré consecuente con lo que siempre he dicho al respecto: “voto, luego exijo”, así que acogeré de manera respetuosa la decisión de quienes sí le cumplirán su cita a la Democracia.

Pilas!!! Que esto no les suene a despedida, por que no lo es; en menos de lo canta un gallo, estaré de nuevo por estas tierras dando lata, y lo que le dije a una gran amiga mía, ahora se lo digo a todos ustedes: “me guardan ponqué, ya que pronto vengo a reclamar mi pedazo”.

04 abril 2007

Archivos Secretos I

Antes de contagiarme de la fiebre del blog, tenía un espaciecito personal en msn en donde compartía con mis contactos algunas cositas que me daba por escribir. Hoy regresé al espacio y me quise traer los post que tenía allí publicados, ya un par de ellos estaban aquí porque encajaron bien en el blog en algún momento.

Aquí les dejo entonces el Archivo Secreto I titulado
"Hoy, desde la Capital del Mundo" que escribí el año pasado cuando me encontraba pasando una temporada en Nueva York.

Desde el momento en el que llegué a esta ciudad, cientos de cosas han pasado por mi cabeza y aunque guardo algunas en mi cámara fotográfica, otras en mi memoria y algunas pocas en mi cuaderno de florecitas, es apenas hasta ahora que vengo a compartir un poquito de lo que mis ojos, mis manos, nariz, boca y corazón han venido a probar en estas tierras.

En el vuelo doméstico desde Miami, luego de pagar 5 dólares por un café que me hizo caer en cuenta inmediatamente de cuán lejos me encontraba de mi tierra, y, por algún descuido de la aerolínea, terminé sentada en el asiento que más odio, el del centro, entre la ventanilla y el pasillo. Odio ese lugar, sencillamente porque me hace sentir estúpida, nunca sé para dónde mirar y hacia donde sea que gire mi cabeza, voy a encontrar otra que luce menos presentable que la mía y eso simplemente me causa estupor. Esta vez, obviamente no fue la excepción.

En el asiento de la ventanilla que tanto insistí por obtener en la sala de espera a punta de "please, please i need a window", viajaba una cabellera rubia a medio tenir y que a simple vista confesaba que había preferido mantenerse pegada a su almohada por 'cinco minuticos más', que haberle permitido a un peine que esa madrugada le hiciera el amor; en el otro asiento, el del pasillo, una cabeza con poquitos pero poquiticos y tímidos pelitos, descansaba sobre la especie de servilleta azul que las aerolíneas siempre ponen en los espaldares, para evitar la verguenza de ofrecerle a algún pasajero, junto con su merienda, una dosis de Cruz Azul.

Luego de un viaje eterno, en el que tuve tiempo de matar algunos villanos en el juego de la pantallita que tenía frente a mi nariz, de darle la vuelta completa a la revista que llevaba bajo el brazo desde antes de embarcar y de algunos intentos fallidos de guinarle el ojo a un 'gringuito' que viajaba algunas filas más adelante, los altoparlantes del avión anunciaron (supongo, debido a mi criollo inglés) que ya nos aproximábamos al gran mounstruo que iba a ser mi residencia por los próximos meses.

Así que hice de tripas corazon, y volteé nuevamente a mirar en dirección a la rubia y despelucada cabellera que no había hecho nada diferente a roncar durante todo el viaje, para asegurarme de que había llegado al lugar que indicaba mi tiquete y que semanas antes en un ataque de locura me habia decidido a visitar.

A primer vistazo, no había nada diferente: grandes extensiones de verde y más verde, un poco más adelante canchas de baseball pordoquier, que sólo serían pocas comparadas en número a la cantidad de Mc Donald's que invaden la ciudad, pero algún tiempo después y luego de agachar un poco la cabeza, finalmente descubrí que había tomado el avión correcto; el puente de Brooklyn con su imponente presencia me lo confirmó: habia llegado a la Gran Manzana, a la Capital del Mundo y en ese instante imaginé que faltaría poco para verme envuelta en una gran multitud luciendo la inconfundible camiseta de I love NY.